LA GRAN CONFUSION
Una vez, cuando tenía 7 años,
iba a ir a comprar un detergente Ariel y cuando llegue a la tienda, me olvidé
de lo que tenía que comprar, así que decidí que compraría una lejía pensando
que sería lo mismo.
Al regresar a mi casa, me di
cuenta de la confusión y regresé a la tienda repitiendo el nombre del detergente,
pero luego, me distraje viendo unos caramelos, al llegar a la tienda la vendedora se empezó a reír de
mi torpeza, yo me quedé avergonzada.
Finalmente, después de 3
intentos pude comprar el detergente y mi mamá, que lo había necesitado con
urgencia se molestó un poco, pero a fin de cuentas hasta ahora me acuerdo y
cuando lo hago, me río a carcajadas.
Nayeli Ñiquen Cumpa
1° A
Muy linda tu anécdota, sigue así
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