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jueves, 30 de junio de 2016

La tortuga y el aguila

La tortuga y el águila


La Vieja tortuga, mientras se soleaba sobre las lisas y tibias rocas, al borde de la laguna, observaba cómo ascendía repetidas veces hacia las nubes el águila de anchas alas, hasta que sólo era una manchita en el cielo. Al cabo de un instante, el ave bajó en raudo vuelo y se posó sobre una roca próxima.
-¡Hola! -dijo el águila cordialmente-. ¿Cómo estás?
-Bien. Pero me sentiría muy satisfecha si pudiera volar -respondió la tortuga, exhalando un hondo suspiro-. Estoy harta de arrastrarme por la tierra. ¡Quisiera remontarme por los cielos, como tú!
La prudente ave trató de razonar con ella; pero la tortuga miró las alisadas alas plegadas contra el cuerpo del águila y dijo:
-Enséñame a volar y te daré todos los tesoros que yacen en el fondo de esa laguna.
Entonces, el águila tomó con sus garras a su amiga y se remontó por el azul del cielo. Así volaron muchos kilómetros, a veces a ciegas entre las nubes y, otras, rozando, casi, las copas de los árboles.
-Ya vez cómo se hace -dijo el águila, superando el rumor del viento-. Ahora, vuela tú sola.
Y aflojó las garras, soltando a la tortuga.
Ésta giró sobre sí misma muchísimas veces, mientras caía vertiginosamente a tierra. Por fin, se hizo pedazos sobre las rocas, junto a su laguna.
-¡Qué estúpida era esta vieja tortuga! -dijo el águila, desplegando sus grandes alas mientras se disponía a volar de nuevo-. Estaría viva aún si se hubiera contentado con disfrutar de la vida en esta plácida laguna.
                                                                                                   MARICIELO NICOLL
                                                                                                     DIESTRA SÁNCHEZ  1"A"
                                            


lunes, 27 de junio de 2016

El rey de las aves

Leyenda:
El rey de las aves

Varios pájaros vivían en los Andes cuando de repente hicieron una apuesta. La apuesta era el que  sobrepasa  la montaña Everest que es la más alta del mundo, sería considerado el rey de las Aves. Todos estuvieron de acuerdo a la propuesta dada.

Muchos se entusiasmaron y volaron y volaron hasta no poder más y no llegaron a la sima pues les falto el aire y caían como paracaídas sin vida. Que tristeza ver aquellas aves caer una por una.

De repente este cóndor inspirado por la idea de ser el rey de las aves tuvo mucha seguridad que extendió sus enormes alas y  voló, voló y voló hasta llegar a sobrepasar el monte Everest y cuando vio que no podía posar sus patitas en la sima de la montaña  encontró varias nubes y se puso a pelear con ellas tanto fue su desesperación que le cae un poco de nube en el cuello que se le queda pegado formando una collar  en su cuello y que hasta ahora podemos visualizar este hermoso collar blanco.
                                                                    
                        Naomi Tiyajane

 Yonamine Salazar     

La mojana

La Mojana es una mujer diminuta, de cabellos dorados, tan largos que le llegan a hasta los pies volteados.

 Vive en una casa de piedra construida debajo del agua, donde cría diversos animales domésticos y donde se baña con una totuma de oro.

 Antes se le veía con frecuencia por el cerro de Juanché, donde era muy fácil percibir sus huellas después de los aguaceros.

 Rapta a los niños que se van a bañar en sus dominios y los lleva a su morada subacuática. Para evitar la acción de la Mojana sobre los niños, es necesario amarrarles un cordón especial, tanto en el cuello como en la cintura.



Ariana Flores Chavèz(Hice dos porque yolo :v )


















Su nuevo caparazón

Leyenda:
Su nuevo caparazón 

En un lugar no muy lejano había una tortuguita que desde que nació no tenía algo que cubriera su cuerpo y ella pensaba que era normal. Cada vez que caminaba con sus patitas tan cortas sentía que algo le caía a su cuerpo que ella se  sentía muy adolorida porque el golpe era tan fuerte que ella no se podía cubrir, solo trataba de llegar a una cueva para ocultarse.

Cada día que pasaba la tortuguita volvía a sentir que le arrojaban piedritas en su cuerpo tratando de mirar al cielo no veía ningún animalito que le estaba arrojando las piedritas. Era como una nube que envés de llover agua llovían piedras y la tortuguita se desesperaba por buscar un lugar donde ocultarse. Paso varios días que no salió de la cueva pero por hambre tuvo que arriesgar su vida porque eso era lo que pensaba la tortuguita.

Cuando de repente ella salió en busca de alimento y se dio con la sorpresa de que algo le pesaba en su cuerpo, se sorprendió al ver que las piedritas habían tomado la forma de un caparazón que le cubrió su cuerpo.
La tortuguita pensó que los dioses es decir las tortugas gigantes le habían enviado un caparazón para que se protegiera de cualquier peligro  

Naomi Tiyajane
 Yonamine Salazar 

La leyenda de los Gatos Negros

Cuenta la leyenda que los Gatos, eran venerados y respetados en diversas partes del mundo, pero todo esto cambió en la época de la Sagrada Inquisición, ya que fueron perseguidos y erradicados en EEUU, España e Italia. Se dice que en aquellos tiempos, muchas mujeres fueron acusadas de Brujería.

 Muchos afirmaban que "ellas" recorrían los poblados convertidas en enormes bolas de fuego o en cualquier animal que ellas deseaban. Esta transformación les daba una fuerza física sobrenatural, chillidos desagradables imposibles de soportar, largas y negras uñas como la noche. Debido a estos sucesos, ellas eran condenadas y se les quemaba en la hoguera. Se dice que en una ocasión, una de estas mujeres logró ser perdonada, pero como sus verdugos no podían retractarse ante el público que esperaban la ejecución, tomaron un Gato y lo pusieron en su lugar (el color del Gato fue solo coincidencia).


 Curiosamente, el Gato logro huir en medio de la gente que de paso, esta ya estaba convencida de que la Bruja, se había transformado en un Gato. Desde entonces, los Gatos Negros son considerados portadores de la brujería y mal agüero, y como eran "preferidos" de las Brujas, iniciaron su caza y erradicación. Una vez cazados, todos los Gatos eran quemados en la hoguera en cuaresma y día de san juan. Ya erradicado, tomaban sus cenizas en puñados y luego las esparcían en sus casas para poder librarse del mal de ojo y de las posibles plagas.

 A pesar de dicha acción, al poco tiempo se inició una terrible pandemia de Peste Negra debido a las heces, parásitos y mordeduras de las Ratas que aparecieron después del exterminio del Gato (su principal cazador) y al no estar este, dio paso libre para que pueda extenderse y procrear.

La leyenda de la tortuga



La leyenda de la tortuga
Hace muchos años, las tortugas no tenían caparazón. Ellas no tenían cómo defenderse, todos los animales tienen algo a su favor para no ser devorados por sus depredadores; los leones son fuertes, los leopardos son veloces, las aves pueden volar, los simios tienen agilidad al trepar, ¿pero, la tortuga tiene algún beneficio? Pues, no. En esos tiempos la tortuga era un simple animal, lento y torpe; sin poder defenderse, eran presa fácil.
La tortuga que era la líder de su grupo siempre pensó que necesitaban algo con qué protegerse, como un escudo. Entonces encontró un armazón ovalado como una especie de caparazón, duro como la cáscara de un coco; ésta se la puso y pensó que sería su salvación.
-¡Esto me protegerá!
La demás tortugas, impresionadas por el ingenio de la tortuga líder decidieron imitar su acción.
Así fue cómo las tortugas llegaron a tener caparazón.

Alumna: Tamarah Cortez (Mrs Clifford)