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domingo, 3 de julio de 2016

El coyote y la tortuga


EL COYOTE Y LA TORTUGA

“Hace mucho tiempo atrás, había muchas tortugas que vivían en el pequeño río Colorado cerca de Homolovi, al sur de Winslow, donde los hopi solían vivir. Además por esa zona habitaba también un coyote que, por supuesto, siempre estaba hambriento. Un día las tortugas decidieron que deberían ir río arriba a buscar comida, ya que allí existía una clase de cactus que les resultaba muy apetitoso. Pero una de las tortugas tenía un bebé, y por no querer despertarlo, ya que este se encontraba durmiendo apaciblemente, decidió dejarlo durmiendo, y marcho con las demás tortugas en búsqueda de comida.

Luego de un tiempo, la pequeña tortuga despertó, y se preguntó, dónde está mi madre?, tal vez debió irse a alguna parte, y me ha dejado sola, debo ir a buscarla!,
La pequeña vio a las otras tortugas a lo lejos nadando en la orilla, entonces decidió seguir sus pasos . Pero pronto cayó cansada y se detuvo bajo un arbusto y comenzó a llorar.

El coyote, que escucho a lo lejos el llanto de la tortuga, decidió acercarse para ver de qué se trataba ese sonido. Le dijo a la pequeña:
- “que bella canción, sigue, canta otra vez para mí”.
Pero la tortuga bebé respondió:
-“no estoy cantando , estoy llorando”
-“sigue cantando”- replicó el coyote
- “no puedo cantar”- contesto la tortuga -“ no te das cuenta que estoy llorando , quiero a mi madre”
-“mejor que cantes o te comeré, y estoy muy hambriento” – dijo el coyote
-“no puedo cantar”- dijo la tortuga y comenzó a gritar y gritar
-“bueno” - dijo el coyote – “si no cantas para mí , te comeré ahora mismo”

El coyote estaba de muy mal humor, y además muy hambriento
La pequeña tortuga viendo que se acercaba el final, se le ocurrió una idea y dijo:
-“ Bueno, yo no puedo cantar, entonces tú me vas a comer, está bien, ya que eso de ninguna manera podrá hacerme daño, me meteré dentro de mi caparazón aquí estaré a salvo, y estaré bien viviendo dentro de tu estómago.”
Entones el coyote se detuvo, y pensó por un rato lo que dijo la pequeña tortuga y no le agradó mucho lo que ella había dicho.
La pequeña añadió:
-“Puedes hacer conmigo lo que quieras, solo te pido por favor que no me arrojes al río, ya que no sé nadar, y me ahogaré”

El coyote estaba muy enfadado, y quería comportarse lo más cruelmente posible con la pequeña que lo había burlado, entonces cogió la tortuga con su boca se acercó al río y la arrojó con furia en él.
La tortuga estaba más que feliz, sacó su pequeña cabeza fuera de su caparazón, estiró sus diminutos pies y comenzó a nadar río adentro. Y dijo:
-“Adiós señor Coyote, muchas gracias por ayudarme a volver a casa, ya que no tendré que volver caminando”.
La pequeña reía y reía, y el coyote que observaba desde la orilla se enfurecía cada vez más por ver como esta lo había burlado, decidió finalmente marcharse a su casa.

La pequeña, ya en su hogar, seguía riendo cuando llegó su madre, quien también rio al escuchar la historia. Esas tortugas aún siguen viviendo en esas aguas del
colorado."

MARICIELO NICOLL
DIESTRA SÁNCHEZ
 
     


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