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lunes, 3 de octubre de 2016

La vida extraña (cuento ciencia ficción)

La vida es extraña
Carola fue al baño, tenía que lavarse la cara y refrescarse un poco antes de que termine el receso, la clase del sr. Gutiérrez había estado bastante aburrida y casi se queda dormida a mitad de esta. Así que tenía que eliminar el rastro de sueño que en su rostro abundaba.
Volteó y vio una linda mariposa Morpho posándose en el extintor que había en el baño. Sacó la cámara de su mochila y no dudó en tomarle una fotografía a la hermosa mariposa que allí yacía.
La hermosa fotografía salió de la cámara instantánea y la admiró.
De repente, la puerta del baño se abrió bruscamente dejó ver a un chico castaño muy alterado. Carola se escondió detrás de los cubículos del baño.
-Es una maldita… ¡La odio! ¡La odio!-gritaba el castaño frente al espejo.
Una chica de cabellos azules se apareció por la puerta y, al ver al castaño en el baño de mujeres, gritó.
-¿Qué diablos haces aquí, David?-preguntó ella-¡Es el baño de mujeres!
-¿Dónde está la mercancía?-preguntó el tal David, alterado-¡¿Dónde está?!
-Yo no te debo nada, David.
-¡Necesito la mercancía ahora!-gritó, sacando una pistola de algún lugar que Carola no llegó a ver y apuntándole con esta a la adolescente.
-¿De dónde sacaste esa arma?-preguntó la chica, desesperada.
-¡Eres una maldita!
-¡David!-gritó la chica de cabellos azules y tatuajes, justo antes de que el nombrado le disparara en el estómago.
Rápidamente todo se desvaneció para la vista de Carola, apareciendo de nuevo en el salón de clases, con el aburrido sermón del sr. Gutiérrez sobre la fotografía antigua.
-Y, díganme alumnos. ¿Alguno sabe algo sobre la fotografía antigua?
Carola, confundida, hace un movimiento extraño y se le cae la cámara al suelo. ¿Qué carajos pasaba? Elizabeth se ríe por lo sucedido y voltea.
-Sta. Guzmán, ya que está algo distraída, le haré una pequeña pregunta que, supongo, la sabrá responder.
Rayos, Carola no había prestado atención a la clase porque su cerebro la atormentaba con preguntas que ni ella podía responder.
1.       ¿Por qué retrocedió hasta este punto de la realidad? ¿Acaso había retrocedido en el tiempo?
2.       ¿Quién era esa extraña chica de cabellos azules y por qué le dispararon?
3.       Y si eso era verdad, se supone que en este momento ella debe estar…
-¡En el baño!-gritó la adolescente, sin saber que estuvo pensando en voz alta todo este tiempo-Quiero decir, al baño, ¿Puedo… puedo ir al baño, sr. Gutiérrez?
-Claro, puede ir. Pero por favor no se demore, que la clase conti…
El timbre sonó, sin dejar que el sr. Gutiérrez  terminara su oración. Y todos, ignorando las palabras del profesor, salieron disparados del salón de clases para su receso.
Carola se dirigió al baño con pasos rápidos y largos para llegar en tiempo record a su destino, ignorando por completo las llamadas de sus compañeros.
Al llegar al baño, la mariposa estaba allí todavía.
“Bien, lo primero que hice fue tomarle una foto a la mariposa…”
Agarró su cámara fotográfica e hizo lo que minutos antes había hecho.
“Luego vi la foto y…”
La misma escena se repitió. David entró al baño de chicas, la chica de cabellos azules entró y David comenzó a gritar. Solo tenía que evitar que le dispare, pero, ¿cómo?
-¡Eres una maldita!-gritó David, seguido del grito de la chica y el disparo.
-¡No!-gritó Carola y movió su mano, haciendo que el tiempo retrocediese todo volviera a como antes. Tenía tiempo…
“¿Cómo rayos hice eso? No, Carola no es momento de pensar en eso, ahora solo tienes que salvar a esa chica. Vamos, piensa…”
Miró a su alrededor y vio la alarma contra-incendios. Esa era la solución.
Presionó el botón sin pensarlo dos veces y los dos adolescentes se desconcertaron. La chica de tatuajes le dio un golpe bajo a David y gritó:
-¡No me vuelvas a tocar otra vez! Bastardo…
David, dándose cuenta de su derrota, salió del baño aún más alterado que antes.
“Muy bien Carola, eres la heroína del día. Acabas de salvar una vida”
Carola abandonó el baño y a la linda mariposa que aún se encontraba en este.
-;-
-¿Qué tal, Sebastián?-saludó Carola dirigiéndose al nombrado con una sonrisa en el rostro.
Los dos amigos se quedaron charlando en el estacionamiento de la academia BlackWell, hasta que el mismo castaño del baño se acerca a Carola con una mirada furiosa y pasos pesados.
-Tú… tú nerd, tú estabas en el baño. Tú encendiste la alarma contra-incendios.
-Sí, no iba a dejar que mates a esa pobre chica-dijo Carola a la defensiva.
-No te tienes que meter en lo que no te importa, nerd-contestó el castaño, acercándose más a Carola.
Sebastián interviene, impidiéndole a David que se acerque más a Carola. David lo desafía y Sebastián no duda en tirarle un puñete. El castaño reacciona y se lo devuelve y, sin darse cuenta, terminaron peleando.
Un carro vino a toda velocidad hasta ellos, y al ver que hay gente en el estacionamiento, frena de golpe. La conductora, de cabellos azules y tatuajes, reconoce de inmediato a Carola.
-¿Ingrid?-se cuestiona Carola, reconociendo también a la conductora de aquel auto.
-Vamos, sube.
-Pero, Sebastián…
- Tranquila Carola, yo me encargo-dice Sebastián y, sin esperarlo, recibe otro golpe del castaño.
La chica le abre la puerta del auto a Carola y esta sube sin  pensarlo.
La chica empieza a manejar, una vez que Carola está dentro del auto, dejando atrás aquella riña sin sentido alguno.
-;-
-¿Y qué hace aquí la chica nerd?-pregunta Ingrid.
-Pues, volví de Australia y decidí estudiar aquí.
-¿Volviste y ni me visitaste? Gran amiga…
-Lo lamento, Ingrid.
-Ni siquiera me llamaste. Mi padre murió, y tú no estuviste allí para apoyarme.
-Ingrid, yo…
-No te disculpes. No tiene caso disculparse por algo que ya está hecho.
Ingrid paró de manejar y se detuvo en su casa. Bajó del auto y se dirigió a la puerta de su casa. Carola la siguió, sintiéndose culpable por no haber estado allí cuando su mejor amiga la necesitaba.
-;-
Las dos subieron al cuarto de Ingrid y esta dijo:
-Ha cambiado un poco desde la última vez.
Carola recorrió la vista por cada una de las paredes, llenas de posters o frases escritas por la misma dueña del cuarto; los estantes, con botellas vacías, envolturas de comida y una capa de polvo en cada una de ellas; y, por último, a Ingrid, su cabello azul y los tatuajes era lo que más resaltaba en ella, su perforación en el labio, sus jeans rotos, su polo sin mangas, sus zapatillas desgastadas, todo en ella era nuevo. ¿Tanto había cambiado desde la última vez?
-¿Vas a hacer algo o te vas a quedar ahí parada por el resto de tu vida?-dijo Ingrid, que estaba echada en su cama-¿Podrías poner un poco de música? Está algo aburrido…
Carola, que conocía la habitación de su mejor amiga a la perfección, buscó sus discos y puso uno en el equipo de música.
-Carola, ¿puedo hacerte una pregunta?
-Claro.
-¿Tú estabas en el baño, esta mañana, cierto?
Carola se puso nervios, ¿debería decirle la verdad? Pero Ingrid es su mejor amiga, se conocen desde los once años, quería confiar en ella.
-Sí, yo estaba allí…
-¿Tú activaste la alarma?-preguntó su mejor amiga, con emoción en sus ojos.
-Sí…
-¡Oh por dios! Carola, ¡me salvaste la vida! Gracias, estaban a punto de matarme allá.
Ingrid atrae a Carola a su cuerpo y la abraza. Había extrañado tanto a su mejor amiga, que la abrazó también.
-Carola, sé que tu cumpleaños fue hace unos meses y…-Ingrid sacó una cámara de uno de sus estantes y la tomó en sus manos-Esta era de mi padre, pero, como murió y a ti te gusta la fotografía y todas esas cosas hipsters, pues, creo que es un buen regalo.
-Oh no. Ingrid, no puedo aceptarlo, era de tu padre…
-Lo sé, pero tú la necesitarás más que yo.
Carola toma la cámara y abraza a Ingrid en agradecimiento.
-;-
Carola decide contarle a su mejor amiga sobre su poder sobrenatural. Esta reacciona de una manera extravagante y decide probar si sus poderes funcionan de verdad.
Las dos amigas saltan desde la ventana de la casa, como cuando eran pequeñas, y se dirigen al segundo “hogar” de Ingrid.
-Bienvenida a mi segundo hogar-dice ella, abriendo los brazos.
Carola mira alrededor, era un basurero.
-Esto es un basurero.
-Claro que no, es mi segundo hogar. Veamos qué puedes hacer con tu poder, Carola.
Esta saca un arma de su pantalón y Carola se asusta un poco.
-¿De dónde la sacaste?
-Sabes que estamos en los Estados Unidos, ¿no? Aquí hasta un bebé puede comprar un arma.
Ingrid coloca botellas en varios puntos, para así dispararles y probar su puntería. A las que fallaba, Carola retrocedía el tiempo y le indicaba qué estaba haciendo mal, para que Ingrid les dé a todas.
-Al parecer tu poder funciona, Carola.
-Gracias.
Ingrid probó darle al parachoques de un carro y la bala rebotó.
-¡Diablos! ¡Carola! ¡Me disparé a mí misma! ¡Retrocede!-gritó  Ingrid mientras se cubría el balazo.
Carola entró en pánico y retrocedió el tiempo. Salvando así, a su mejor amiga, por segunda vez.
-Y bien, ¿a cuál le doy, guía?-preguntó Ingrid, viva.
-¡Ingrid!-gritó Carola y abrazó a su mejor amiga.
-¿Qué pasa? ¿Me viste morir?-preguntó Ingrid, confundida.
-No quieres saberlo.
-;-
-¡Carola! ¡Sácame de aquí!-le grita su mejor amiga, se le había atorado el pie en uno de los rieles del tren y no podía sacarlo.
-Tranquila, Ingrid. Te sacaré.
De repente, escucha al tren, que venía a toda velocidad.
-¡Diablos!-grita Ingrid-¡Vamos, rápido!
Carola corre, sin saber qué hacer. Su mejor amiga tenía el riesgo de morir, otra vez.
-¡Carola!-grita Ingrid cuando ve al tren aproximarse, Carola retrocede el tiempo.
“Solo un poco más…”
Carola al fin encuentra algo que le puede servir, una pala.
-¡Ingrid! ¡Allá voy!-gritó ella.
Carola agarra la pala y hace una especie de palanca para poder sacar el pie de su mejor amiga de los rieles. Agarra su brazo y tira para sacarla de allí.
-¡Oh por dios! Estuvo cerca…
-Sí…
-Gracias, Carola. Supongo que tú serás mi heroína ahora.
-Tranquila, yo voy a estar ahí para salvarte.
-;-
Los meses pasaron, y Carola seguía retrocediendo en el tiempo, jugando con su poder, con el tiempo.
Pero no se daba cuenta de que eso podría tener repercusiones en un futuro, y  ese futuro había llegado.
-Grandes cambios en la ciudad, desde animales muertos en las playas, hasta cambios climáticos, como nieve en verano-se escuchaba desde la televisión.
Carola apaga la televisión y agarra las llaves de su cuarto para salir, ya que había quedado con Ingrid para encontrarse en el faro.
Se sube al bus y se pone los audífonos, cierra sus ojos y se concentra en la música. Escucha unos murmullos extraños provenientes de los pasajeros del bus. Abre los ojos y se encuentra con todos los pasajeros de este viendo algo en la ventana. Ella hace lo mismo y, para su sorpresa, encuentra ballenas varadas en la playa. ¿Eso lo había causado ella y sus juegos con el tiempo? No, no lo creo.
-;-
-¿Te has dado cuenta del tiempo? Está lloviendo desde ayer-comenta Carola con la oreja en el teléfono.
-Sí. Pero eso no impide que podamos salir un rato, ¿no crees? Te espero en el faro.
Carola se despide de su mejor amiga y cuelga, se alista y se va de camino al faro.
Ya afuera, se da cuenta que el clima estaba peor de lo que esperaba, a duras penas se podía caminar po las calles. Con dificultad, caminó hasta el faro, donde se encontró con Ingrid.
-¡Carola!-le grita su amiga desde lejos-¿Has visto eso?
Carola desvía su vista hacia el gran tornado que se dirige a la ciudad. Definitivamente lo había causado ella.
-No puede ser… Yo soñé con esto.
-¿Qué?
-Sí, lo recuerdo… Fue el día en que te salvé de David.
-Entonces, ¿esto lo causó tus poderes?-preguntó su amiga, sintiéndose culpable de inmediato.
-Sí.
-¡¿Y cómo haremos que pare?!-grita, nerviosa.
-N-no lo sé.
-Tienes que matarme.
-¡¿QUÉ?! No, no puedo hacer eso. Ingrid, nunca lo haría. Siempre he intentado salvarte, no, ¡no!
-Escúchame Carola. Tienes que hacerlo, por el bien de la ciudad.
-No…
-Recuérdame, ¿sí?
-No, Ingrid…
-Hazlo de una vez, Carola.
Carola se rindió al fin, no había otra salida. Abrazó a su mejor amiga y le dijo cuánto la quería. La quería tanto, que no pudo evitar llorar.
-Cuídate allá, Carol.
-Lo haré, Ingrid. Te quiero.
-Y yo a ti.
Carola se limpia las lágrimas y retrocede…
El flash la desconcierta un poco y vuelve a ver la foto de la mariposa azul. Escucha a David gritar, a Ingrid hacer lo mismo y… el horrible sonido del disparo.
Al momento en que David sale del baño, Carola corre hacia el cuerpo inerte de su mejor amiga y llora, llora y llora…
Todo lo que había pasado con ella no lo olvidaría nunca.
Ella era su mejor amiga. 
FIN

1 comentario:

  1. Me gusto mucho! Solo que te comiste una letra, corrige, así quedara mejor.

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